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Desde los últimos años, cada verano es un festival de bodas. Puede resultar un poco díficil saber que ponerse (¡en mi caso, que hacerse!) pero al final he conseguido no repetir traje (por lo menos no con los mismos invitados jeje). Porque la verdad es que me gustan las bodas y hacerme trajes un poco más glamurosos que de normal para estas ocasiones.
Es el vestido que me puse para 2 bodas este verano: una en Francia y una aquí en Valencia el fin de semana pasado. La foto la hice justo antes de salir para la boda y me da mucha verguenza ver estas arrugas en el dobladillo (la tela se plancha fatal, eso es verdad!).
Nota: me puse también el vestido Alameda multicolor para una boda, un mono azul oscuro para dos y todavía me queda una en noviembre así que… acepto sugerencias para esta última, que ya no me queda muchas ideas! ¡Y si, 6 bodas este año!
He usado el patrón del vestido Camí para el corpiño, sin cambios. Vale el unico cambio es que no he puesto los puños a las mangas francesas y solo he puesto 3 botones. Pero sino, igualito!
Para la falda, he dibujado una falda semi-circular con un poco de pliegues a la cintura. La pieza trasera está cortada en el doblez de la tela y la parte delantera en dos piezas para poder seguir la tapeta de botones hasta abajo. Los bolsillos del vestido Camí están incluido, son super cómodos.
Esta falda requiere mucha tela pero cuando andás, con la caída de la tela, el movimiento es espectacular.
Me gustaba mucha mucho la idea de un vestido camisero largo, una mezcla de informal/formal, casual/elegante. El toque formal y elegante viene también del color vivo. Tenía claro que tono quería para este vestido: un rosa «capote». Si, como el capote del torero.
Encontré este twill con acabado piel de melocotón en rebajas, muy barato y me llevé 4 m.
¿Es una opción que os gusta para una boda? Es una variación sencilla y, creo yo, resultona.
¡Que tengáis una buena semana! Yo estaré en Vicenza para la feria Abilmente, venid a saludar si estáis por allí!
